“Leonel, la historia del ídolo azul”, el mítico zurdo del Ballet Azul y la Roja del Mundial del 62

Este es un libro necesario para quienes gustan del fútbol y admiran especialmente a Leonel Sánchez, ídolo del balompié chileno. Escrito por el periodista deportivo Jorge Salas, quien se desempeñó en diversos medios, como El Clarín, La Tercera, La Cuarta, como Jefe de Deportes de esa publicación, hasta retirarse en 2007, recibiendo varios premios en su disciplina. Esto no es neutral en la escritura: a veces la lectura del libro es como estar escuchando un relato deportivo, con pasión, agilidad, conocimientos, y lo que caracteriza a algunos comentaristas del deporte: una prodigiosa memoria para recordar y atesorar hechos, figuras del fútbol, goles, resultados, así hayan pasado los años. Uno de los méritos del libro es su narración apasionada, ágil, como si se estuviera comentando al pie de la cancha, o desde la caseta, el panorama del fútbol chileno, teniendo como protagonista al ídolo azul de todos los tiempos, “la mejor zurda que hemos tenido, la zurda de oro” (revista Estadio, septiembre de 1971).

Uno se entera de que el padre de Leonel, Juan Sánchez, era boxeador, peso gallo, campeón chileno y sudamericano. El hijo tuvo que elegir entre las posibilidades que le presentaba este: el fútbol o el boxeo. “Hay que decidirse, Leonel, el fútbol o el boxeo, pero las dos cosas no”. Jorge Salas nos cuenta de los comienzos del futuro ídolo azul. Primero su padre lo llevó al Bádminton, junto a su hermano Raúl: “Son muy buenos tus cabros, Juanito, pero este es demasiado chico, demasiado endeble. Es mejor que me lo traigas el año próximo”. Suena conocido.

“Leonel llegó a los 11 años de edad a la U y su primer entrenador fue Luis Álamos. ‒Con él aprendí mucho. Era bien zorro pillo, pero en el buen sentido”. Y así el autor va narrando parte de los hitos de Leonel: la niñez del futuro astro, el nacimiento del Ballet Azul, la primera estrella en 1959, la dupla con Carlos Campos, que dio origen a la frase “Centro de Leonel, gol de Carlos Campos”, una gira por Europa, la Roja partía por la punta izquierda (desde Leonel se comenzaba a conformar el equipo), goleador y tercero en el Mundial del 62, su salida de la U y, finalmente, algunas evocaciones, opiniones de amigos de Leonel: “Yemo” Yávar, el Zorro Álamos (“El 59 tuvo su año excepcional”), Rubén Marcos, Carlos Campos (“Más del 90% de mis goles de cabeza fueron centros de Leonel”), Alberto Fouillioux (“Leonel fue fundamental para el tercer lugar del Mundial del 62”), Chita Cruz (“La U tiene que ponerlo en un altar”), el técnico José Sulantay (“El Ballet era uno con Leonel y otro sin él”). Sin embargo, este no es un libro propiamente apologético, en el sentido de que amigos y compañeros en el fútbol hablarán de él; es, más bien, la sincera admiración de Jorge Salas a uno de los máximos representantes del fútbol chileno de todos los tiempos (“Esta es la historia del mejor zurdo del futbol nacional”, escribe). Un libro que presenta al “prócer”, al futbolista que muchos admiramos. En mi caso, la figura de Leonel Sánchez siempre me ha producido admiración, una especie de veneración al ídolo, adquirida de lo que escuché de niño; y no estoy ajeno en la lectura a las reminiscencias de cuando mi padre, seguidor del Ballet Azul, me llevaba al Estadio y cuando en Deportes Chunchito me compró mis primeros zapatos de fútbol, y el escuchar (en provincia no llegaba aún la televisión) los relatos de los partidos y los goles chilenos en el Mundial del 62. El gran Leonel es quien llenó parte de la infancia y al que alguna vez pude ver en el Estadio Nacional.

Un libro hermoso, evocador, narrado con la pericia y la pasión de un viejo periodista deportivo, que sabe de quién habla y lo admirable que fue el mejor zurdo del fútbol nacional. Sin duda que después han surgido (y surgirán) otros jugadores (la maravillosa ley de la vida), pero los mitos retienen lo esencial, lo que permanece de los grandes. Y Leonel es uno de estos, para siempre en el corazón y la historia del fútbol chileno.